¿Qué es el periodo de prueba?

Una de las preguntas más frecuentes a la hora de hacer un nuevo contrato es cómo asegurarnos de que el nuevo trabajador es el adecuado para su puesto.

Y es que es fundamental que el nuevo trabajador que acabamos de contratar, si es que podemos permitírnoslo a pesar de lo difícil que nos lo ponen, se adecúe al puesto de trabajo, cumpla su compromiso y desarrolle sus labores con la misma eficacia y diligencia que nos mostró en la entrevista de trabajo.

Antes que nada recordaremos que los modos de concluir un contrato con un trabajador pueden ser la terminación de un contrato eventual con fecha de fin de contrato o bien el despido si se trata de un contrato indefinido.

La máxima preocupación de los empresarios es si el trabajador dará el 100% y estará a la altura de lo que se le exige (ya sea por su formación o por sus aptitudes) y ya en tiempos de bonanza económica se recurría al contrato eventual (muchas veces en fraude de Ley) para mantener un límite temporal al que agarrarse en cuanto un trabajador comenzaba a bajar su rendimiento.

No estamos diciendo que este comportamiento (ni el del empresario ni el del trabajador) sea generalizado, más bien al contrario. Pero si que es cierto, y no podemos negarlo, que hemos encontrado casos en los que el empresario ha tenido que decidir la no renovación de contratos por una bajada en el rendimiento o por otras causas que perjudicaban los intereses de la empresa. Y para este caso un contrato eventual quizá pudiera parecer la solución.

Pero incurriríamos en un encadenamiento ilegal de contratos temporales (en época del Gobierno de Zapatero se permitió el encadenamiento de contratos eventuales, derogado en la actualidad) y atentaríamos contra los Derechos de los trabajadores.

Es aquí donde aparece la figura tan desconocida del periodo de prueba. Este periodo es sin duda el gran aliado para empresa y trabajador para medir si tanto uno como el otro cumplen las expectativas.

Este periodo de prueba está regulado por Ley y lo que permite es que tanto empresa como trabajador puedan terminar un contrato laboral sin tener que realizar preavisos ni pagar indemnizaciones, pudiendo terminar un contrato de un día para otro sin más explicaciones.

Pongamos como ejemplo un contrato indefinido de un nuevo trabajador. Durante el periodo de prueba podremos despedir al trabajador sin realizar preaviso y sin pagar ningún tipo de indemnización. Tan sólo deberemos comunicarlo por carta al trabajador indicándole la fecha de la terminación del contrato y cursar la baja en la Seguridad Social. Por cierto, que e trabajador deberá estar dado de alta en la Seguridad Social desde el primer día de trabajo, es absolutamente ilegal contratar a un trabajador y no darle de alta durante el periodo de prueba.

Los plazos del periodo de prueba están establecidos generalmente por convenios colectivos o privados, pero se establecen unos tiempos mínimos en el Estatuto de los Trabajadores:

En defecto de pacto en convenio, la duración del periodo de prueba no podrá exceder de seis meses para los técnicos titulados, ni de dos meses para los demás trabajadores. En las empresas de menos de veinticinco trabajadores el periodo de prueba no podrá exceder de tres meses para los trabajadores que no sean técnicos titulados.

Los contratos temporales con una duración inferior a los 6 meses no podrán tener un periodo de prueba superior al mes.

Además, y para terminar, no podremos aplicar un periodo de prueba si el trabajador ya ha estado trabajando en el mismo puesto y con la misma categoría si le volvemos a contratar en el futuro.